lunes, 20 de enero de 2014

Por el camino del misterio y el delirio va el poeta con su mente
intrincada
              de adjetivos para ponerle a la puta muerte,
(distintos adjetivos de la sustantiva puta)
o a la puta vida
( distintas adjetivas que vida)

porque vida es una sustantiva y vivir solía ser un
verbo hasta que a alguien se le ocurrió
que dios era un fiambre.

Por el camino de la misteriosa y delirante
lleva el poeta sus testículos adverbialmente 
cargados de palabras para decirle a su novia,
o si no la tiene a 
cualquier cachi que se cruce en el colectivo
y le vuele las silabas a la palabra
gra-ve-dad-

Asì ta Poe, rumiando oepta
y Marechal perroarboleando
y Juan Gelman 
haciendo una sola valija
en la que caben todos sus pedazos
y toda enterita la poesía.