Bajo el sol, teta del universo,
abismo de fuego.
Cierro los ojos para respirar oscuridades,
futuritos, milagros, olas antiguas.
En el aire hay un silencio que no llega
a ser del todo misterioso,
aquí las horas son profundas
pero el tiempo plano y yo
sin embargo aun no consigo
creer en Dios, a pesar de esforzarme
soy incapaz de justificar la fe
en la piedra, en la montaña, en el perro
que mi lado sueña con ser río .
Me pregunto si debería flagelarme,
quizás mis pecados sean demasiado triviales,
quizás debería exagerarlos,
comer del barro espiritual,
crucificar a las palabras
como a un sediento Cristo
bajo la noche del desierto,
beber a chupones de la teta
del universo,
penetrar con mi carne al abismo de fuego
sombrío que quema al mundo
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