lunes, 20 de enero de 2014

Por el camino del misterio y el delirio va el poeta con su mente
intrincada
              de adjetivos para ponerle a la puta muerte,
(distintos adjetivos de la sustantiva puta)
o a la puta vida
( distintas adjetivas que vida)

porque vida es una sustantiva y vivir solía ser un
verbo hasta que a alguien se le ocurrió
que dios era un fiambre.

Por el camino de la misteriosa y delirante
lleva el poeta sus testículos adverbialmente 
cargados de palabras para decirle a su novia,
o si no la tiene a 
cualquier cachi que se cruce en el colectivo
y le vuele las silabas a la palabra
gra-ve-dad-

Asì ta Poe, rumiando oepta
y Marechal perroarboleando
y Juan Gelman 
haciendo una sola valija
en la que caben todos sus pedazos
y toda enterita la poesía.





jueves, 21 de noviembre de 2013

Madrugada adolescente

I
Supe reír
Supe llorar.
Me he atrevido a mirar a mi madre 
como a una perra, 
a mi padre como un fracasado.
Como cualquiera, era un adolescente,
un engendro,
 un fantasma al que no podía
lamerle la carne la muerte.

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II
Hay algo volador en esto de ser de carne y hueso/
Uno siempre va a parar a los pájaros/
Los pájaros se alimentan de gusanos/
Salvo el fuego.

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III
TE amo porque tu piel es el acorde invertido que toca la muerte,
porque tu voz es un arrollo dulce,
porque tu pelo es una constelación para mis manos astronautas.

Te amo porque tu sexo canta a coro con la luna.

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IV
Tus ojos de colibrí,
de sueño,
de vuelo,
no explotan hasta llegar a la luna.

Es ahí cuando salgo,
 de noche;
 a juntar luciérnagas.

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V
Mi corazón era un día bajo la lluvia,
luego fue un charco,
mas tarde una manchita de musgo.

Que haya salido el sol y le crezca un trébol de tres hojas
es casi un milagro.
.
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VI
Querida poesía:
                                  La noche es el rincón donde se acurrucan las palabras.
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VII
Ha amanecido y soy solo la ceniza
de un cigarro que se fumó la luna.

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lunes, 4 de noviembre de 2013


Yo que fui hecho hasta el parto por hombres y mujeres
llenos de cielos y poesías leídas al apuro.

 Una madre maestra de escuela,
moza de tobillos cristianos,
puta de tarifa humilde.

Un padre que
nunca supo soñar lo posible. 
Desempleado de los noventa, 
enfermo por el fútbol como cualquier
hijo de vecino.

He desmigajado a los panes ciegos que rechaza
la garganta que cantaba cuando todavía
era  pibe.

He crecido en la cresta de llantos borrachos,
adolescentes, suicidas,
bajo tormentas trasnochadas.

Volado por charcos con  barquitos de papel
tripulado por sirenas.

¿Trepaba árboles muertos?
¿ En un delirio nocturno?
¿ O eran palabras sin aire?
¿ Escritas en computadoras?

Las sombras, las sombras,
las puras sombras

!Oh música! 
aliento de pájaro,
hormona del misterio.   

Eclipses en 
el reloj de un dios que corre. 

Nunca supo mirarme a los ojos.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Quiero mucho a mis zapatillas 
y a las plantas  de mis pies, 
sobre todo cuando voy a buscarte.
Entonces hundo las cenizas de mi cabeza bajo la lluvia,
miro a los semáforos como a sueños,
como a destellos del olvido al que no voy.
Los colectivos pasan llenos de chicos que van a la escuela,
con sus montones de errores de ortografía 
escondidos en la mochila y que eso no importa.
Solo importan sus hormonas santas, sus onomatopeyas
de fin de semana.
Y quiero mucho a mis zapatillas
y a las plantas de mis pies y a mi corazón
funcionando y a la ciudad que me crece
 del lado de la esperanza
con la que camino.

jueves, 26 de septiembre de 2013

La soledad en el murmullo de la ciudad,
en el reloj perpetuado al vértice de la televisión
todo el santo día prendida
de los geriátricos.
En el cielo del invierno,
en la certeza viva de la muerte
que tiene un tipo cualquiera 
que acaba de tener un hijo.
La soledad pudriéndose al sol
como un perro atropellado 
por avenida Avellaneda,
en los chancletazos madrugadores del que tose,
en la fotosíntesis,
corriendo por ambos hemisferios.
La soledad en la palma de una mano
que aplaude en el cine,
en la voz del quiosquero,
en el fuego que te convidan
en la parada de bondi.
La soledad del cadalso,
del disco escuchado un millón de veces, 
en cada cenicero,
en cada descanso.
La soledad que sale de la canilla que 
se abre para tomar un vaso de agua,
a la mañana, 
como existir nomás.

jueves, 19 de septiembre de 2013

La lupa y el ciego, únicos artefactos de mi memoria:
acerco la lupa, desde el éter,
 y pasa un sonámbulo sosteniendo un pájaro entre sus ojos.
Mas allá hay una arcada andaluza, como la nariz de mi abuelo, al cual enterraron
el mismo día que nació su nieto.
Detenidamente puede verse una pesadilla con accidentes de tránsito,
un ataque de ira de la adolescencia, una tarde de lluvia en la que fue un milagro
tener solamente medio paquete de harina en la lacena, y mucha mucha paciencia,
y mucha mucha desesperanza.
Mas al oeste, cerca del árbol, nace mi hermanita 
y brillan los ojos de mamá. 
A la del norte de un eclipse está el monumento a Gardel del patio
de la madera, cuando estaba por Cafferata todavía.
Sobre la mesa de trabajo  las manos engrasadas de 
mi viejo, siempre con el mismo pulover que esperaba ver después de 12 horas
para mostrarle que ya podía hacer 15 jueguitos.
Acerco más y más la lupa y hay peceras, cigarrillos, calambres,
semáforos eternos, el mismo colectivo que siempre es distinto, almanaques
pornográficos , el pudor de ver pasar una monja, 
una tiza trazando el abecedario en imprenta mayúscula.
Hasta que llego al final, al piso, y veo inmóvil al ciego con su
sombra, los fantasmas presos en su alma que gritan sin ser escuchados. 


jueves, 11 de julio de 2013

                                                                    A Dani y Walter



Medianoche:
esta melancolía que le pica las muelas a la luna.
Acuarelas que sueñan los murciélagos,
voces que el otoño descarga con aspereza
sobre el silencio de los niños que duermen en la calle.

Los vecinos a esta hora han guardado sus
huesos en el delirio de la oscuridad.

Las patas del reloj se hunden en otra
incertidumbre, y otra.......

En la cocina mi perro le ladra a la eternidad.
En el cuarto donde mi amada
duerme hay un secreto que le toca
la espina dorsal a Dios.....

El fondo de mi casa es la ternura del hijo.